miércoles, 28 de noviembre de 2012

CUIDA DE LO QUE HABLAS...


Es probable que usted, al leer o escuchar el título de este tema, se haya acordado de aquél pasaje bíblico donde el apóstol Pablo se expresa de la siguiente manera:

“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” 1 Corintios 15:33
Últimamente he notado que entre muchos cristianos (y no dudo que lo sean) hay una mala costumbre, que son las vulgaridades, obscenidades, palabras con doble sentido, groserías... en fin: ''Malas conversaciones''. A continuación vamos a ver cuán grave es esto y en qué manera afecta a la iglesia del Señor:

El Señor Jesucristo dijo: "Y cualquiera que diga le necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego" Mateo 5:22.

¿Sabes usted cuál es el significado de la palabra ''Necio''?. Es el siguiente: ''Ignorante, que no sabe lo que debería saber. Imprudente o falto de razón''.

¿Sabes usted lo que significa ''Fatuo''?. Significa: ''Falto de razón o entendimiento''.

Cuando le decimos a alguien: ''Tonto, bobo, torpe, bruto, ignorante, tosco, entre otros términos...'' nos estamos refiriendo a esa persona como fatuo. ¿Sabía usted eso?. Dice la palabra del Señor: ''La necedad está ligada al corazón del muchacho, mas la vara de la correción la apartará de él'.' Proverbios 22:15.

El apóstol Pablo vuelve a hacer hincapié con respecto a este tema: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” Efesios 4:29. Y dijo también: "Pero hágase todo decen­temente y con orden" 1 Corintios. 14:40. Ahora hágase una pregunta... ¿Son decentes las palabras de doble sentido o las groserías?. Otro problema muy grave que se está presentando en la actualidad, lógicamente en la iglesia del Señor, es que en cada país hay un lenguaje coloquial el cual contiene palabras obsenas o vulgares, y los hermanos o hermanas las utilizan, presentando como excusa: ''Así decimos en mi país'' o ''Así decimos acá''.

¿Sabía usted que por cada grosería u obsenidad que sale de su boca su corazón se contamina?
''Lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca sino lo que sale de ella'' Mateo 15:11.

Jesucristo dijo: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca'' Lucas 6:45. Y reprendió a los fariseos, diciéndoles: "¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca'' Mateo 12:34.

¿Habla usted cosas buenas o malas?
Recuerde siempre que lo que usted habla es lo que está contenido en su corazón, y no sólo está contenido, sino que lo está en abundancia. El futbolista habla del futbol, los pilotos hablan de carreras, el empresario habla de negocios, el borracho habla necedades... y usted, que es cristiano, ¿sobre qué habla?.

"No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gálatas 6:7).

Las buenas costumbres, los buenos modales o las buenas palabras que te enseñaron tus padres en muchos años, pueden desaparecer en un instante, si tu boca empieza a hablar palabras corrompidas o empiezas a tener malas conversaciones con las personas que te rodean.

Una pregunta para todos los varones los cuales sus padres son cristianos: ¿Te enseñó tu madre o tu padre a colocarte zarcillos, a sacarte las cejas, a colocarte piercings, a hacerte tatuajes, a pintarte el cabello, a fumar, a consumir drogas o alcohol, o a decir groserías?. Lo dudo. Pero si has caido en cualquiera de estas cosas no es porque tus padres te lo hayan enseñado, sino porque lo aprendiste fuera de tu casa, por medio de tus amistades o las personas que te rodean.

¿De qué le vale al hombre limpiar su boca de toda mala palabra, y que su corazón siga contaminado y sucio?

Querido hermano y amigo: -Debes limpiar primero tu corazón para que así todo lo demás quede limpio-.

Jesucristo dijo: "¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio. Mateo 23:26

Borremos toda mala palabra de nuestro léxico. ¿Cómo podemos hacerlo? De la siguiente manera: Pidámosle al Señor que limpie nuestros corazones, para que así nuestra boca no vuelva a hablar cosas perversas u obscenidades.

martes, 27 de noviembre de 2012

TIENES QUE PERDONAR...


El tema del día era el resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase, elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento, escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa con papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo, y el fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mí.

Este ejercicio fue una gran lección sobre el precio que pagaba a diario por mantener el resentimientopor algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me di cuenta que cuando le daba mucha importancia a las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. No significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Si guardamos odio, rencor, o resentimiento por ofensas que hemos recibido, estamos perpetuando nuestro malestar y consumiéndonos, dejando de disfrutar el momento. Cada vez que recordamos cualquier episodio que nos causa dolor, dejamos de vivir el aquí y el ahora; dejamos de avanzar en nuestro desarrollo personal y peor aún, nos estancamos en nuestro crecimiento espiritual.

La falta de perdón puede disfrazarse con diferentes máscaras. Las personas a veces dicen con un tono de enojo que ya han perdonado ofensas pasadas, pero su amargura evidente las delata. La falta de perdón se puede alojar en tu corazón, y estar allí, escondida. Las siguientes preguntas te ayudarán a examinar tu corazón para ver si necesitas perdonar a alguien:

¿Esperas secretamente que alguien reciba lo que se merece?
¿Todavía sigues hablando negativamente de esa persona a los demás?
¿Te complaces con fantasías de venganza, incluso leves?
¿Gastas tiempo pensando en lo que alguien te hizo?
¿Cómo te sientes cuando le sucede algo bueno a esa persona?
¿Has dejado de culpar a esa persona por la forma como afectó tu vida?
¿Te resulta difícil ser abierto y confiado con las personas?
¿Te enojas, te deprimes o te vuelves hostil con frecuencia?
¿Encuentras difícil o imposible pedir bendición a Dios para quién te ha
ofendido?

Siendo sinceros de corazón, podemos ejercitarnos en algunos pasos para lograr liberarnos de la carga que significa el rencor y liberar a la otra persona también.

Considera las circunstancias que pudo haber vivido la persona que te ofendió, para llegar a ser como es, o qué situación estaría viviendo para haber hecho lo que hizo, aun intencionalmente.
Considera qué parte jugaste, o qué pudiste haber hecho para propiciar el incidente.
Deja atrás el papel de víctima y continua con tu vida.
Recuerda las cosas positivas y buenas que te unieron a esa persona, los ratos buenos y bellos que pasaste con ella, los momentos de amor, apoyo, consejo y comprensión mutuos.
Pide al Señor que bendiga a esa persona, y que le muestre lo que hizo mal y se arrepienta.
Libera a la persona con tu perdón. Así vas a liberarte a ti mismo por vivir en el presente, en el aquí y el ahora.

"Si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí; hasta cierto punto -y lo digo para no exagerar- se la ha causado a todos ustedes. Para él es suficiente el castigo que le impuso la mayoría. Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza. Por eso les ruego que reafirmen su amor hacia él. Con este propósito les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia. A quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia de Cristo, para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no
ignoramos sus artimañas" 2 Corintios 2: 5-11.


lunes, 26 de noviembre de 2012

CREE EN TI...


Si alguna vez has sentido darte por vencido ante las dificultades de la vida, recuerda que todo cambio comienza en la mente.


viernes, 23 de noviembre de 2012

LA BATALLA DE LA MENTE...


Los estragos que esta batalla deja tienen consecuencias fatales en la vida. Es necesario entender el campo de batalla de la mente para que podamos asegurar LA VICTORIA!!!


jueves, 8 de noviembre de 2012

LA PUREZA EN TI...


Una de las características sobresalientes del mundo en el cual vivimos es la nueva moralidad. Los valores de familia, de relaciones de pareja y de crianza de los hijos han cambiado radicalmente en este mundo que se dice ser "moderno". Especialmente entre los jóvenes, la palabra "PUREZA" no es muy popular.