sábado, 31 de diciembre de 2011

SE UNA BENDICION…


Amigos quiero terminar este año compartiendo con ustedes una reflexión que espero les sirva para toda la vida…

SE UNA BENDICION…

Lo que tengo no me pertenece, aunque forme parte de mí. Todo lo que soy me fue prestado por el Creador, para que pueda repartir con aquellos que entran en mi vida.
Da lo mejor que puedas de tí!
Cuando te vayas, la única cosa que dejarás es el recuerdo de lo que hiciste aquí.

Sé bueno, intenta dar siempre el primer paso y nunca niegues una ayuda que esté a tu alcance, perdona y da lo mejor de tí mismo.
SE UNA BENDICIÓN!!!

Dios no viene en persona para bendecirnos. Él usa a los que están dispuestos a cumplir la misión.
Todos podemos ser ángeles. La eternidad está en nuestras manos. Vive de manera que cuando ya no estés, gran parte de tí continúe en aquellos
que tuvieron la fortuna de encontrarte!!!

Espero que este nuevo año, luches por cumplir tus sueños y metas…pero sobre todo que procures que cada día que pase no queden en tus MANOS LAS SEMILLAS QUE DIOS te ha dado, sino que las hayas logrado sembrar en la mente de tus amigos, para que con amor llegue hasta su corazón.

BENDICIONES PARA TU VIDA EN ESTE AÑO NUEVO!!!

jueves, 29 de diciembre de 2011

TODO TOMA SU TIEMPO…


La paciencia es una virtud que merece nuestra mayor atención. ¿Cuántas veces has retado la sabiduría de Dios al pensar “¿Porqué eso es así?” o “¿Porqué aquél / aquélla y no yo?”, sólo para darte cuenta más adelante en tu camino que Dios sabía lo que permitía? ¡Muchísimas veces lo hemos hecho!

La impaciencia es una treta del enemigo para minar nuestra confianza en Dios. 

Una vieja anécdota de una anciano chino, su hijo y sus vecinos ilustra la sabiduría en ser paciente...

Un día un caballo de la casa del anciano se soltó y huyó a las colinas.
“Un caballo se nos ha escapado” dijo el viejo chino
“¡Qué mala suerte!”, le dijeron vecinos.
Les dijo el viejo chino. “¿Porqué dicen que es mala suerte?”

Efectivamente, la noche siguiente el caballo regresó al establo, junto con doce caballos sementales más.

El hijo del granjero, al ver esto dijo: “Vienen doce sementales detrás de nuestro caballo.” Al ellos entrar al corral, él cerró la puerta y puso la cerradura.
Al enterarse los vecinos de esta noticia, corrieron a la casa del granjero pare decirle:
“¡Mira, tienes 13 caballos ahora! ¡Qué buena suerte!”.
 El viejo chino les dijo:
“¿Cómo saben que eso es buena suerte?”.

A los pocos días por la tarde, el hijo estaba trabajando con un trío de sementales, cuando fue arrojado al suelo y se rompió una pierna.  Los vecinos vinieron esa misma noche para manifestar su tristeza y dolor al granjero, y dijeron:
“Tu hijo se he roto una pierna, ¡Qué mala suerte!“

El viejo granjero respondió una vez más:
“¿Cómo saben que es mala suerte?”
Efectivamente, a los pocos días más tarde se levantó una guerra y pasaron unos sargentos para el pueblo pare llevarse a los jóvenes que estaban en buena salud. Los 10 jóvenes a los que se llevaron, nunca regresaron; pero al hijo del granjero se salvó de ir a la guerra y morir debido a la pierna rota.

Al leer estas reflexiones rápidamente nos damos cuenta que todo toma su tiempo para que comprendamos del pòrque suceden las cosas en nuestra vida, NUNCA desafíes a Dios al ponerte  a pensar por qué pasa tal cosa en tu vida… al final, todo te saldrá  bien.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

DELANTE DE DIOS…


Un viejo vendía juguetes en el mercado de Suchitoto. Sus compradores, sabiendo que tenía la vista muy débil, le pagaban de vez en cuando con monedas falsas.
El viejo, que se daba cuenta del truco, no decía nada. En sus oraciones, pedía a Dios que perdonase a los que le engañaban.

Tal vez tengan poco dinero, y quieran comprar regalos a sus hijos; se decía.

Pasó el tiempo y el hombre murió.

Delante de las puertas del Paraíso, oró una vez más:

- ¡Señor! -dijo-. Soy un pecador. Cometí muchos errores, no soy mejor que las monedas falsas que recibí. ¡Perdóname!

En este momento se abrieron las puertas y dijo una Voz:
¿Perdonar qué? ¿Cómo puedo juzgar a alguien que, en toda su vida, jamás juzgó a los demás?

martes, 27 de diciembre de 2011

VIDA EFÍMERA…

Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida,  tal vez pensaríamos  dos veces antes de ignorar  las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.

Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento.

Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.

Nos entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.

Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.

No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón  porque algo en nosotros impide esa aproximación.

No damos un beso cariñoso “porque no estamos acostumbrados a eso” y no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.

Y pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece, y  continuamos siendo los mismos. Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente.

Y nos consumimos, comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos? Eso haría una gran diferencia!
Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa.

Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás. Y entonces nos preguntamos: Y ahora?

Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar un abrazo; de decir una palabra cariñosa; de agradecer por lo que tenemos. 

Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra gentil, para hacer un cariño. 

No mires para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos,  perdimos. Mira hacia adelante!

Todavía hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor.

Todavía  hay  tiempo de  agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros. 

lunes, 26 de diciembre de 2011

APRENDERÁS…


Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma…

Y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad…

Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas…
Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño…

Y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema sí te expones demasiado…

Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas…

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma…

Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla, y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida…
Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias…

Y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida…

Y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir…

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, sí estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian…
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o nada, solo por el placer de disfrutar su compañía…

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos…

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos…

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar…

Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve…

Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porqué no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados
 
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron .lo que era necesario, enfrentando las consecuencias…

Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
 
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte..

Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.
 
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza…

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel…

Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo…

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo…

Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado…

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles…

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de ¡enfrentarla!.