miércoles, 31 de octubre de 2012

DIOS TIENE UN PLAN PARA MI…


Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11

¿Sabías que Dios tiene un buen plan para cada uno de nosotros? Lamentablemente, no todos conocen esta gran verdad, por consiguiente, no todos lo disfrutan. Muchas veces vivimos muy por debajo del nivel que Dios se propuso que gozáramos. Miramos a lo que está mal en nosotros, en lugar de mirar a lo que está bien en Jesús. Él llevó nuestros pecados para damos Su justicia (2 Corintios 5:21). Necesitamos vivir tomando en cuenta esa verdad.

En nosotros mismos no somos nada, nuestra justicia es como un trapo de inmundicia o una vestimenta contaminada (Isaías64:6). Pero en Cristo tenemos un futuro que merece ser esperado. Los términos “en Cristo”, dicho de manera muy simple, significan que hemos depositado nuestra fe en Él, en lo que se refiere a cada aspecto de nuestras vidas.

Si ofrecemos a Dios lo que tenemos, y Él nos da lo que Él tiene. Él toma todos nuestros pecados, faltas, debilidades, y nos da Su habilidad, Su justicia, y su fuerza. Él toma nuestra pobreza, y nos da Su riqueza. Él toma nuestras dolencias y enfermedades, y nos da su sanidad y salud. Él toma nuestro pasado estropeado y lleno de fracasos, y nos da esperanza y un futuro brillante.

martes, 30 de octubre de 2012

LA ULTIMA LAGRIMA...


Allí estaba, sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera; pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrilas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de punto tejido a mano.

El anciano miraba a la nada. Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto que me fue muy díficil acercarme, a preguntarle, o siquiera consolarlo. Por el frente de su casa pasé mirándolo, al voltear su mirada la fijó en mí, le sonreí, lo saludé con un gesto aunque no cruzé la calle, no me animé, no lo conocía y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una 
gran necesidad seguí mi camino, sin convencerme de estar haciendo lo correcto. En el camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose con la mía. Traté de olvidarme.

Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y cuando llegué a mi casa, comencé a leerlo esperando que el tiempo borrara esa presencia......pero esa lágrima no se borraba........Los viejos no lloran así por nada, me dije. Esa noche me costó dormir, la conciencia no entiende de horarios y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido.

Luego de vencer mi pena, logré dormir. Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas y muy deprisa fuí a su casa convencido de tener mucho por conversar. Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre. ¿ Qué desea ? preguntó, mirándome con un gesto adusto. Busco al anciano que vive en esta casa, contesté. Mi padre murió ayer por la tarde, dijo entre lágrimas. ¡ Murió ! dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nubló y los ojos se me humedecieron. ¿ Usted quién es? volvió a preguntar. En realidad, nadie, contesté y agregué. Ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, ví que lloraba y a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle pero hoy volví para hablar con él pero veo que es muy tarde. No me lo va a creer pero usted es la persona de quien hablaba en su diario.

Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación. Por favor, pase. Me dijo aún sin contestarme. Luego de servir un poco de café me llevó hasta donde estaba su diario y la última hoja rezaba: Hoy me regalaron
 una sonrisa plena y un saludo amable.....hoy es un día bello. Tuve que sentarme. Me dolió el alma de solo pensar lo importante que hubiera sido para ese hombre que yo cruzara aquella calle. Me levanté lentamente y al mirar al hombre le dije: Si hubiera cruzado la vereda y hubiera conversado unos instantes con su padre.....Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto dijo: Si yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez en este último año. quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado tanto.

Si hubiera......si hubiera......si hubiera....... Cuántas veces esas dos palabras han estado en nuestros labios. Tomemos la 
decisión de aprovechar cada oportunidad para amar, compartir y edificar a otros. Hoy......mañana puede ser muy tarde.

"Un mandamiento nuevo os doy; que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros." 
Juan 15: 34.

" Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. " 
Juan 15: 12

lunes, 29 de octubre de 2012

¿POR QUÉ NO CONFÍAS?...


Un joven muchacho estaba a punto de graduarse de preparatoria, hacia muchos meses que admiraba un hermoso auto deportivo en una agencia de autos, sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese auto era todo lo que quería. Conforme se acercaba el día de Graduación, el joven esperaba por ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el auto. Finalmente, en la mañana del día de Graduación, su padre le llamó a que fuera a su privado. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. El padre tenia en sus manos una hermosa caja de regalo.

Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro. Enojado le grito a su padre diciendo: "con todo el dinero que tienes, y lo único que me das es esta Biblia" y salió de la casa.

Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenia una hermosa casa y una bonita familia, pero cuando supo que su padre que ya era anciano estaba muy enfermo, pensó en visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su Graduación. Antes que pudiera partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había heredado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a la casa de su padre para arreglar todos los tramites de inmediato.

Cuando llego a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón de pronto. Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenia y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lagrimas, la abrió y empezó a hojear sus paginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 "Y si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan"

Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO.
¿Cuantas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en paquetes hermosos, como nosotros esperamos y por no abrir su palabra, la Biblia?

viernes, 26 de octubre de 2012

DAR DE CORAZÓN......



Hubo una vez un limosnero que estaba tendido al lado de la calle. Vio a lo lejos venir al Rey con su Corona y Capa. Pensó:

- “Le voy a pedir y seguramente me dará bastante”.
Y cuando el Rey pasó cerca, le dijo:

- “Su Majestad, ¿Me podría, por favor, regalar una moneda?”
Aunque en su interior pensaba que el Rey le iba a dar mucho más.
El Rey le miró y le dijo:

- “¿Por qué no me das algo tú? ¿Acaso no soy tu Rey?”.
El mendigo no sabía que responder a la pregunta y dijo:

- “Pero Su Majestad, ¡YO NO TENGO NADA!”.
El Rey respondió:
- “Algo debes tener. ¡BUSCA!”

Entre su asombro y enojo el mendigo buscó entre sus cosas y supo que tenía una naranja, un pedazo de pan y unos granos de arroz
El mendigo pensó que el pedazo de pan y la naranja eran mucho para darle, así que en medio de su enojo tomó 5 granos de arroz y se los dio al Rey.

Complacido el Rey dijo:

- “VES COMO ¡SI TENIAS!”.
Y le dio 5 Monedas de Oro, una por cada grano de arroz.
El Mendigo dijo entonces:
- “Su Majestad, creo que acá tengo otras cosas”
Pero el rey no le hizo caso y dijo:

- “Solamente de lo que me has dado de corazón, te puedo Yo dar”.

jueves, 25 de octubre de 2012

LA ENSEÑANZA DE UN LÁPIZ…


Un niño miraba a su abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:

-¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?

El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:

-Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial.

-¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

-Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo.

"Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

"Segunda cualidad: De vez en cuando necesito dejar lo que estoy escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, está más afilado. Por lo tanto, debes ser capáz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

"Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

"Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.

"Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos. Intenta ser consciente de cada acción."

miércoles, 24 de octubre de 2012

PERDONANDO COMO DIOS...


Maskepetoon fue caudillo de una tribu numerosa de indios de Norte América. Tenía un hijo a quien quería mucho, y le había instruido desde chico en toda la sabiduría de los pieles rojas. Ahora era un joven alto, fuerte y capacitado para realizar cualquier misión que le fuera encomendada.

Por lo tanto, cuando hubo que viajar a un valle distante para traer los caballos, Maskepetoon mandó a su hijo.

Era un camino solitario y peligroso, entre montañas altas y por sendas escarpadas, pero el joven estaba acostumbrado a esa vida, pues había recorrido los cerros cazando con los guerreros jóvenes. Cuando llegó al valle donde siempre pastaban los animales, no los pudo encontrar.

Por las huellas que quedaban, se dio cuenta que otros indios habían pasado por allí. Seguramente los habían robado. Antes que pudiera volverse al campamento a buscar ayuda, el caudillo de la tribu ladrona salió sorpresivamente y mató al joven.

Maskepetoon esperó por muchos días la llegada de su hijo, y por fin recibió las noticias de que había muerto, cayendo por un precipicio en uno de los pasos montañosos. Por un tiempo el padre, sabiendo el peligro de los feroces vientos y tempestades en ese sector, creía que era verdad.

Cierta noche llegaron unos indios errantes, que pasaban de una tribu a otra, y alrededor de la fogata, uno dijo: “Su hijo no se cayó. El caudillo de los Piesnegros lo mató. Ellos robaron los caballos.”

Maskepetoon, 
enfureciéndose, juró que se vengaría del asesino y de toda la tribu de él. ¡Cuánto ansiaba el día cuando podría cumplir sus deseos y matarlo!

Pero antes que pudiera realizar esto, llegó un misionero al campamento. Les contó la historia del amor del gran Dios de los cielos, y como él mandó a su Hijo a morir por sus enemigos, por nosotros, por nuestros pecados .. . por los pecados de los indios. La palabra de Dios entró en los corazones de los que escuchaban, y dentro de poco tiempo, el caudillo y muchos de su tribu creyeron en el Señor Jesús y fueron salvos.

Un día, cuando Maskepetoon iba a caballo encabezando un grupo de sus guerreros, un mensajero se acercó rápidamente para avisarle que el caudillo de la tribu enemiga, acompañado por sus guerreros, venía hacia ellos.

Los ojos del jefe brillaron. No se inmutó, pero sus mandíbulas se apretaron y agarrando su hacha de guerra, siguió adelante. Al poco rato las dos tribus enemigas se encontraron y se detuvieron.

Maskepetoon desmontó de su caballo y con su hacha en la mano, se adelantó hacia su enemigo. Nadie se movió ni habló mientras él lo contemplaba fijamente. Sólo se escuchaba el roce de las patas de los inquietos caballos.

Después de unos minutos, la voz fuerte del caudillo rompió el silencio. “Tú eres el asesino de mi hijo, el hijo mío valiente y fuerte. Yo le mandé a buscar los caballos, los que tú habías robado. Lo mataste sin misericordia. Yo juré vengarme de ti. Por muchos días he esperado este encuentro contigo, para enterrar esta hacha en tu cráneo, para hacerte sufrir lo que mereces por haber muerto a mi hijo.”

Pero no levantó el hacha, y el enemigo no se movió. Entonces, emocionado y con lágrimas en sus ojos, le dijo al asesino: “Yo te perdono.” Le contó cómo el misionero le había leído del libro del gran Dios acerca de su hijo, Jesús, quien había dicho, “Padre, perdónalos,” mientras sufría en la cruz.

“Yo me doy cuenta,” dijo él, “que como Dios me ha perdonado a mí los pecados, yo también debo perdonarte a ti la muerte de mi hijo.” Luego cada uno se fue por su camino.

Maskepeton renunció a sus costumbres antiguas de crueldad y guerra, y dedicó su vida a servir al Señor Jesús. De todo corazón perdonó a sus enemigos, y sin hacha ni arma, él iba con la palabra de Dios predicándoles del amor del Salvador. Algunos creyeron el mensaje y fueron transformados en nuevas criaturas, pero otros le aborrecieron y lo rechazaron.

Miqueas 7: 18, 19 “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados...

Perdonar es olvidar...

martes, 23 de octubre de 2012

A PRISA…


Cierta vez, un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta, cuando, de repente justo después de una curva aparece un hombre parado en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos y de una forma desesperante.
El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.
Debe de estar loco, dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y, estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: Acaso no tienes ojos? No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?
No, señor, no estoy loco, le contesto el individuo. Lo que pasa es que el puente que esta en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacia algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.

lunes, 22 de octubre de 2012

LA PIEZA FALTANTE…


Narra la historia de una rueda a la que le faltaba un pedazo, pues habían cortado de ella un trozo triangular. La rueda quería estar completa, sin que le faltara nada, así que se fue a buscar la pieza que había perdido.
Pero como estaba incompleta y solo podía rodar muy despacio, reparó en las bellas flores que había en el camino; charló con los gusanos y disfrutó de los rayos del sol.
Encontró montones de piezas, pero ninguna era la que le faltaba, así que las hizo a un lado y prosiguió su búsqueda.
Un día halló una pieza que le venía perfectamente. Entonces se puso muy contenta, pues ya estaba completa, sin que nada le faltara. Se colocó el fragmento en el cuerpo y empezó a rodar. Volvió a ser una rueda perfecta que podía rodar con mucha rapidez…Tan rápidamente, que no veía las flores ni charlaba con los gusanos.
Cuando se dio cuenta de lo diferente que parecía el mundo cuando rodaba tan a prisa, se detuvo, dejó en la orilla del camino el pedazo que había encontrado y se alejó rodando lentamente.
La moraleja de este cuento, es que, por alguna razón, nos sentimos más completos cuando nos falta algo. El hombre que lo tiene todo es un hombre pobre en ciertos aspectos: nunca sabrá que se siente anhelar, tener esperanzas, nutrir el alma con el sueño de algo mejor; ni tampoco conocerá la experiencia de recibir de alguien que lo ama lo que siempre había deseado y no tenía.
    

lunes, 15 de octubre de 2012

MEJOR QUE EL ORO…


Estas palabras fueron escritas en las Décimo octavas Olimpiadas en Tokio:  “Lo más importante de los Juegos Olímpicos no es ganar sino participar; así como lo más importante en la vida no es el triunfo, sino la lucha. Lo esencial es… el haber peleado bien”.

Los atletas que alcanzaron los Juegos Olímpicos son ya los mejores entre los mejores de cada nación.  Cada atleta ha sobresalido en formas que pocos de sus compañeros pudieran jamás alcanzar.  Sin embargo solo uno llevará la medalla de oro, otro la de plata y un tercero de bronce.
Aquellos que están tan acostumbrados a ganar enfrenta la devastadora posibilidad de perder no solo delante de sus compañeros de juego, sino también de sus compatriotas y en esta época de televisión mundial, delante del mundo entero.
Cuán vital es para estos atletas mantener su perspectiva de que ganar no es lo importante en las olimpiadas, sino la oportunidad de competir, de tratar y de dar su mejor esfuerzo.
No importa la arena en la que compitas, ganar no es lo importante en realidad.  El dar tu mejor esfuerzo por un resto es lo que moldea dentro de ti las características duraderas y el carácter, cosas “mejores que el oro”.
Una de las mayores normas de la vida es esta:
Mientras más das, más recibes.
Proverbios 13:4
El alma del perezoso desea, pero nada consigue mas el alma de los diligentes queda satisfecha.

jueves, 11 de octubre de 2012

AMISTAD…


Algunas veces encuentras en la vida
una amistad especial:
ese alguien que al entrar en tu vida
la cambia por completo.
Ese alguien que te hace reír sin cesar;
ese alguien que te hace creer que en el mundo
existen realmente cosas buenas.
Ese alguien que te convence
de que hay una puerta lista
para que tú la abras.
Esa es una amistad eterna…
Cuando estás triste
y el mundo parece oscuro y vacío,
esa amistad eterna levanta tu ánimo
y hace que ese mundo oscuro y vacío
de repente parezca brillante y pleno.
Tu amistad eterna te ayuda
en los momentos difíciles, tristes,
y de gran confusión.
Si te alejas,
tu amistad eterna te sigue.
Si pierdes el camino,
tu amistad eterna te guía y te alegra.
Tu amistad eterna te lleva de la mano
y te dice que todo va a salir bien.
Si tú encuentras tal amistad
te sientes feliz y lleno de gozo
porque no tienes nada de qué preocuparte.
Tienes una amistad para toda la vida,
ya que una amistad eterna no tiene fin.

miércoles, 10 de octubre de 2012

UN ESFUERZO…


Si, lo se, tal vez pensarás que nadie sabe por lo que has estado pasando últimamente, o que tendrían que ver realmente lo que estas viviendo para comprender todo lo que hoy sientes, pedirte que luches es como pedirte que sigas manteniendo el sentimiento de dolor que tal vez estas experimentando, y que a veces pareciera mejor rendirse que seguir luchando por algo que no sabes cuando llegará.

A veces solo nos dedicamos a pensar que Dios hará todo lo que le pedimos, pero nos olvidamos de que también debemos poner de nuestra parte, es decir, si, Dios nos dará la victoria final, pero toda recompensa requiere de un esfuerzo.

Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas. Josué 1:9 (Traducción en Lenguaje Actual)
Si leíste con atención este verso de La Biblia, Dios le estaba diciendo a Josué que estaba con el y le ayudaría, pero le pedía que fuera fuerte y valiente, le estaba diciendo que estaría con el, pero al mismo tiempo le pedía esfuerzo y valentía. Para Dios es no es difícil ayudarnos, pero si de algo se agrada es de aquellos que luchan por merecer lo que tiene para entregarles.

Si bien es cierto que Dios tiene el control y la respuesta para todas las cosas, también hay que esforzarnos y luchar para obtener su ayuda, ¿como lo haremos? esforzándonos por merecer lo que le estamos pidiendo, no solamente cruzándonos de brazos esperando a que nos responda, a veces la lucha es con nosotros mismos, con nuestros temores y todo eso en lo que pensamos que nos hace creer que Dios no nos responde.

Tal vez tu respuesta está ahí esperando que te esfuerces por alcanzarla, quizás esta mas cerca de lo que has creído, pero tus inseguridades y temores son los que te han alejado de ella, no dejes que se lleve mas tiempo, esfuérzate por alcanzar tu bendición, anímate y prepárate para ser merecedor de todo lo que Dios tiene para entregarte y recuerda: Toda recompensa requiere de un esfuerzo.

martes, 9 de octubre de 2012

¿COMO RESPONDE DIOS?...


El Señor nos ha dado la maravillosa oportunidad de clamar a Él ante cualquier necesidad, estas es una verdad como lo dice en su palabra:
“Clama a mi y yo te responderé”  Jeremías 33:3

Él contesta a nuestro clamor, tiene tu necesidad en la palma de su mano, pero ¿Qué sucede  cuando la respuesta a tu petición aun no es contestada? En ocasiones hay personas que se desaniman,  se desesperan, o tratan de adelantarse a la respuesta de Dios pero necesitamos comprender que Dios es la Sabiduría misma, que así como un Padre sabe cuando darle a su hijo lo que este quiere, así tambien nuestro Padre lo hace. Imaginate que ante todo lo que pidieras Dios te dijera que si, tal vez no habría madurez, no habría aprendizaje, no podríamos valorar todo lo que nos da y  podría continuar…

¿Cuáles son las respuestas de Dios ante una petición?
1. Si
2. No
3. Tengo algo mejor para ti
Cuando la respuesta es si esto nos alegra, nos motiva a seguir adelante. Cuando nuestro Padre nos dice que no ante algo, necesitamos aceptarlo, confiar en su sabiduría, porque cuando te ha dicho que no, esto no lo hace para privarte de tu petición si no que lo hace para darte algo mejor, ¡los pensamientos que tiene para ti son de bien!

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”–declara el Señor–”pensamientos de bien y no de mal, para daros un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11

Te invito a confiar en su respuesta, a confiar en su inmensa fidelidad, si tu eres su hijo, si ya lo has aceptado en tu corazón, si lo amas con todo tu corazón todo lo que sigue para ti es para tu bien y no para tu mal.
“Y sabemos que para los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien” Romanos 8:28
No te dejes engañar por el enemigo cuando trae a tu mente pensamientos negativos o pensamientos de desesperanza, nuestro Padre tiene tu petición en sus manos y El te dará lo mejor.

Nuestro requisito se llama: CONFIAR…

lunes, 8 de octubre de 2012

ESPERAR…



¡Ay! Como duele esperar y también cuesta. Creo que la mayoría de nosotros no tenemos la hermosa cualidad de esperar pacientemente, por lo general nos desesperamos al no ver una respuesta rápida, nos frustramos y hasta nos enojamos.

Pero ¿Qué pasa cuando a Dios se le ocurre la idea de mantenernos en la Sala de Espera?
Estar en la Sala de Espera de Dios es difícil en el sentido que a ninguno de nosotros nos gusta esperar tanto por algo que queremos recibir.

A través de la Biblia noto personajes que Dios mismo los puso en la Sala de Espera antes de cumplir su plan perfecto en sus vidas.

Abraham llamado amigo de Dios espero 25 años para que la promesa de un hijo con su esposa Sara se cumpliera. ¿Te imaginas esperar 25 años por una promesa que salió de la propia boca de Dios?, pues si, Dios mismo se lo prometido y no tardo, simplemente cumplió su promesa en el tiempo que Él ya tenia destinado.
Moisés, conocido ahora como el hombre más manso que ha existido, fue puesto por Dios en la Sala de Espera 40 años en el desierto pastoreando ovejas antes de utilizarlo como libertador de su pueblo.

David, el hombre conforme al corazón de Dios, fue ungido como próximo rey de Israel, elegido especialmente por Dios para ese puesto, sin embargo pasaron muchos años para que David viera cumplida esa promesa, Dios lo puso en la Sala de Espera, mientras tanto David se forjo como ese hombre, guerrero y salmista de Dios, sufrió persecuciones, desprecios y muchos momentos de desiertos y anonimatos, pero a pesar de todo ello, Dios cumplió su promesa.

Estos tres hombre tienen algo en común, los tres estuvieron en la Sala de Espera de Dios, pero al cumplirse los propósitos de Dios en sus vidas llegaron a ser hombres usados por Dios de una manera maravillosa a tal punto que son parte de la historia universal.

Lo que quiero decir con esto es que cuando Dios te pone en la Sala de Espera no es para fastidiarte, no es para desesperarte, ni para arruinarte la vida, cuando Dios decide ponerte en la Sala de Espera es porque antes de cumplir su promesa en tu vida quiere forjar tu carácter y tu fe, quiere que comprendas que dependes de Él, quiere que comprendas que por muy buenas capacidades que tengas, todo es en vano si no esta Él detrás de todo.

Quizá mientras estamos en la Sala de Espera seremos enviados al desierto, en donde nos enfrentaremos con la soledad y el calor asfixiante de ese lugar, sin embargo allí en el desierto tendremos encuentros maravillosos con Dios, en donde nos hablará al corazón.(“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.” Oseas 2:14 Reina Valera 1960)
Quizá mientras estemos en la Sala de Espera de Dios pasaremos momentos de anonimato, en donde nadie se fijara en nosotros, en donde seremos despreciados, en donde nadie creerá en lo que somos capaces de hacer y en donde pareciera que las puertas se cierran una tras otra, pero a pesar de ello Dios cumplirá su propósito en nosotros, no por lo que veamos, sino por lo que Él ya prometido. (“Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” Salmos 138:8 Reina-Valera 1960)
Pueda que hoy en día te sientas que estas en la Sala de Espera de Dios, en donde estas a punto de desesperarte, a punto de tomar decisiones precipitadas, pero hoy quiero decirte una sola cosa:

No importando el tiempo que pases en la Sala de Espera, no te desesperes, no tires por la borda lo que tanto sacrificio te ha costado, mantente firme, no te desanimes por lo que ves, que lo que pase a tu alrededor no te haga creer que Dios no responderá o que no cumplirá, porque la respuesta de Dios no esta sujeta a las circunstancias que te rodean o que se te presenten, sino a la PROMESA QUE ÉL UN DÍA TE DIO.

Quizá estés en la Sala de Espera, pero eso significa que tienes una respuesta asegurada, porque jamás esperarás en Dios sin recibir una respuesta, aunque ésta llegue en el tiempo que llegue, Dios responderá, Él cumplirá, porque no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse.
¡Dios responderá, no te canses de esperar!

 

 

 


jueves, 4 de octubre de 2012

NO TIENES FUERZA PARA SEGUIR…


Creo que la mayor excusa que inventamos cuando queremos dejar de complicarnos la vida con batallas que no sabemos cuando terminarán es decir que ya no tenemos fuerzas, es cierto que es desgastante y hasta doloroso mantenerse firme mientras todo alrededor está cayendo a pedazos, pero si algo también es verdad es que en esas situaciones de la vida es en las que nos damos cuenta de que estamos hechos y cuan capaces somos de lograr lo que nos proponemos.
Así como un músculo no se desarrolla si no lo trabajamos, no conocemos nuestra capacidad de fuerza hasta que somos probados, no podemos darnos cuenta de cuanto hemos madurado si no se nos presenta una situación difícil porque es ahí donde tendremos que reaccionar y poner en práctica lo que hemos aprendido.
La vida no es fácil, quien diga que su vida es perfecta tal vez se este engañando a si mismo, mas sin embargo Dios nos asegura que absolutamente en TODO TIEMPO Y LUGAR esta con nosotros, que si nos falta sabiduría nos la dará, si estamos necesitados suplirá, si hay enfermedad Él tiene nuestra sanidad, que si hemos sido heridos Él curará nuestro corazón, y al cansado le dará fuerzas.
¿Sientes hoy que no tienes fuerzas? Entonces es el mejor momento para que te motives pensando si abandonarías todo el camino que ya has recorrido y que te ha llevado tanto tiempo y sacrificio, por un momento en el que sientes debilidad, porque sentir que estas luchando y no has llegado a tu destino no es sinónimo de haber perdido el tiempo, perder el tiempo sería rendirte ahora, cuando casi estas por llegar a la meta.
Hoy, aunque no tengas fuerzas te animo a seguir, no puedes rendirte porque no hay motivos mas grandes que tu fe, y no hay poder que supere el Poder de Dios actuando en ti, podrá haber momentos de debilidad  “Pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse”  Isaías 40:29 (Traducción en Lenguaje Actual)

Rendirse solo por falta de fuerzas no es una razón válida,  los hijos de Dios no tenemos razones para hacerlo, porque en cada situación que se nos presenta tenemos una victoria asegurada, así que la próxima vez que estés pensando en dejarlo todo porque ya no tienes fuerzas, tendrás que buscar otro pretexto, y te aseguro, no encontrarás una razón mas  grande que la seguridad y confianza que Dios te da.

miércoles, 3 de octubre de 2012

LUCHA POR TUS SUEÑOS…


Fernando nunca pensó que Dios le fuera a dar un talento excepcional para desempeñar su guitarra, escuchar a Fernando adorar a Dios con esa guitarra era como escuchar a los ángeles del cielo tocar un arpa.
Cada vez que Fernando tocaba en algún servicio de la Iglesia al final recibía un sinfín de felicitaciones y de comentarios que le recordaban lo que Dios estaba haciendo en su vida. Fernando humildemente respondía a cada comentario con un convincente: “¡Gloria a Dios!”, como queriendo evitar cualquier atribución a su humanidad y dejando la gloria a quien realmente se la merecía.
Fernando soñaba con tocar en algún Grupo o Ministerio internacional, soñaba con viajar por muchos países usando su talento para bendecir y ministrar a otros, cada día practicaba de tres a cuatro horas con su guitarra, oraba fervientemente para que Dios le concediera algún día el privilegio de ir por las naciones para ministrar con su talento.
Un día alguien que pertenecía a un Ministerio internacional escucho como Fernando desempeñaba su guitarra y al final de ese servicio le extendió una invitación para que formara parte de ese Ministerio, convencidos que era la pieza que necesitaban para seguir Ministrando por el mundo.
Fernando no lo podía creer, ¡Dios había contestado uno de sus mas grandes anhelos!, ese día al llegar a su casa lloro de gozo, se arrodillo a un lado de su cama y le agradeció a Dios por esta gran oportunidad, la oportunidad de su vida, lo que siempre había soñado y por lo que tanto había orado.
Al día siguiente Fernando aun con la emoción y el impacto de aquella invitación fue a la oficina de su Pastor, puesto que Fernando era un joven muy sujeto a sus autoridades y le gustaba hacer todo correctamente. Fernando le comento al Pastor sobre lo que había pasado y como le habían extendido una invitación para ser parte de ese Ministerio Internacional, el Pastor con una cara un poco seria y al mismo tiempo sorprendida, escuchaba como aquel joven con tanta emoción le contaba lo ocurrido.
Después que el joven Fernando le comento todo lo sucedido y le pidió su permiso al Pastor para ausentarse cuando el Ministerio lo requiriera, el Pastor muy seriamente le dijo: “No me gusta la idea, tu eres parte de nuestra Iglesia y deberías servir aquí, yo me opongo rotundamente a que andes en otros grupos, así que elige si quieres servir en ese Ministerio o en nuestra Iglesia”. Fernando no lo podía creer, triste al escuchar eso de su Pastor, Fernando se fue a su casa, se encerró en su cuarto y mientras estaba sentado en su cama tocando su fiel amiga guitarra pensaba una y otra vez en la respuesta de su Pastor, mientras lagrimas recorrían sus mejillas.
Fernando estaba agradecido por como la Iglesia le había dado la oportunidad de desarrollar su talento, por esa razón se sentía comprometido con ellos, así que con el dolor de su corazón obvio aquella invitación que significaba todo lo que en su momento había soñado y esperado. Fernando declino a la invitación y siguió desempeñando su instrumento en su Iglesia por varios años.
Ahora Fernando es un adulto, los años pasaron, tiene cinco hijos, trabaja en un Banco por lo que ya no le queda suficiente tiempo para ensayar, tocar su guitarra y mucho menos para asistir a la Iglesia como lo solía hacer.
Al ver la cara de Fernando podemos notar rápidamente que no es feliz con lo que es y con lo que hace, rara vez se le ve por la Iglesia y cuando llega se queda mirando fijamente a los jóvenes que ahora desempeñan aquella guitarra que en su día era suya.
Cada noche antes de dormir se mira al espejo y no se reconoce, no sabe a donde se fueron sus sueños, sus anhelos, a veces se siente un poco rebelde por pensar que no tuvo que haber hecho caso a su Pastor, pero al mismo tiempo trata de sentirse bien por “sujetarse” a su autoridad, su sueño solo fue eso, un sueño, aquel anhelo murió aquel día en que el Pastor no apoyo su intención de formar parte de aquel Ministerio soñado. Ahora Fernando no es ni la sombra de lo que un día fue y a pesar que a veces quisiera volver a ser el mismo de antes de aquella conversación, simplemente no puede, sus sueños fueron asesinados.
La historia de Fernando es la historia de muchos que soñaron en grande pero la visión limitada de una autoridad hizo que aquellos sueños nunca se cumplieran.
Sin darse cuenta aquel Pastor, mato aquel anhelo, que aquel joven Fernando tenia, quizá si el Pastor hubiese apoyado su sueño hoy en día Fernando sería más feliz, estuviera Ministrando en varios países en el mundo, tuviera una escuela de música en donde muchos aprendieran a adorar a Dios en espíritu y en verdad y en donde Fernando hubiera podido ayudar de una mejor forma a aquella Iglesia que en su día le dio la oportunidad de desempeñar aquel instrumento que en su momento fue su buen amigo.
¿Por qué en lugar de matar los sueños o anhelos no los apoyamos? ¿Cuál es el miedo que tenemos de que la gente salga de las cuatro paredes? Jesús dijo: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15 (Reina-Valera 1960).
Personalmente hubiera sido un Fernando si cuando comencé con mi sueño me hubiera dejado manipular por una autoridad que se opuso a lo que el Señor me había dicho, sin embargo creí a Dios su promesa y sin ser rebelde sino obediente a Dios seguí en busca de mi sueño y Dios cumplió lo que a mí me había prometido.
¿Quieres ser un Fernando o quieres creerle a Dios?, y no se necesita ser rebelde para ser obediente a Dios, pues si Dios fue el que te dio ese sueño, tienes que perseguirlo y Dios lo cumplirá en tu vida lo que Él mismo te prometió.

¡Que nada te desanime! ¡Créele a Dios y sigue adelante!


martes, 2 de octubre de 2012

TIENES FE…


“Es pues la fe, la certeza de lo que  se espera, la convicción de lo que no se ve”.
(Hebreos 11: 1)
Un  simpático relato cuenta que en algún  pueblecito  de los años 50s, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, quienes prácticamente  subsistían de la  agricultura. Como la mayoría   eran creyentes, concurrieron ante el líder de la iglesia:
“Pastor, ¿qué le parece si le pedimos   a Dios que envíe   lluvia   para salir  de esta  angustiante situación?”

 “Está bien
 –dijo el pastor- lo haremos, pero hay que pedirlo con mucha fe”.
 “¡Por supuesto,   y no solo eso, sino que vendremos a las reuniones de la iglesia, todos los días
.
Así lo hicieron;  mas transcurrieron  las semanas   y la anhelada lluvia no llegó. Entonces los moradores nuevamente se acercaron al referido  líder;  esta vez en tono enérgico:
“Pastor,   a usted le consta que hemos clamado a Dios    para que envíe las lluvias; ya  van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna.”

 “¿Han pedido con fe verdadera?”, les increpó el Pastor.
“Por supuesto!”, respondieron todos al unísono.
 “No lo creo -añadió el ministro- pues si de verdad tenían fe    ¿por qué durante todos estos días,  ninguno de ustedes trajo  un paraguas?” 
Querido amigo y amiga: cuántas veces en la vida cotidiana nos ha ocurrido algo similar: en la teoría somos dueños de una fe aparentemente inquebrantable,  pero a la hora de ponerla en práctica, especialmente   al atravesar   problemas de diverso índole,  sentimos que   dicha fe nos abandona, como los abandonó a los discípulos  cuando estando en su barca, cerca de su adormilado Maestro, sobrevino una tormenta (Lucas 8:22-25).
Es fácil  confiar en tiempos de bonanza,   cuando todo  va bien,   cuando nuestra vida transcurre sin mayores problemas,   rodeados de  éxito, prosperidad;  cero enfermedades, cero crisis conflictos… pero cuando  se viene   lo otro, la debacle,  la fe empieza a desleírse como helado en día caluroso; caemos en las garras de  la   angustia y la ansiedad;  dejamos  de lado a Dios;  nos abandonamos a  nuestras propias fuerzas,  y obviamente sucumbimos.
No permitamos que nuestra fe, y por lo tanto nuestra obediencia,    desmayen  ; imitemos  en ese sentido a un Noé, (Génesis Cap. 6-9) quien debió haber soportado la  burla humana, ante el anuncio del diluvio universal; inspirémonos  en un  Abraham (Génesis Cap. 22) en su actitud obediente  cuando su hijo fue reclamado por el Señor para supuestamente ser  sacrificado ;  imitemos a un   Moisés (Éxodo 14: 21-29) ,  quien en su   misión de conducir al pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida,  no permitió que ningún    Mar Rojo  lo   detenga;  o emulemos a un Job en su férrea  confianza en los momentos de mayor desgracia humana… En fin, los ejemplos   son múltiples; y fáciles de hallarlos  en las Sagradas Escrituras.

No dejemos de pedirle  a diario a Dios ,   nuevas porciones de confianza en sus Promesas;   no importa si estamos iniciando una relación con Él,  o si por ser   ancianos en una  congregación,   nos consideremos   paladines   de la fe.   El apóstol Pablo en sus cartas   recomendaba:  velen siempre; estén firmes en la fe; pórtense varonilmente y esfuércense”.  (I Corintios 16. 13).

lunes, 1 de octubre de 2012

VIVE TU PRESENTE…


Una de las cosas que la mayoría de las personas tenemos en común es siempre estar esperando algo, un acontecimiento, una respuesta, un comienzo o un final, cosas personales, sentimentales, familiares, profesionales, todos y cada uno de los sueños y metas que queremos ver realizados pero que aunque deseamos con tantas ganas y entusiasmo, algunas otras veces son motivos de tristeza y desanimo.
Estar a la espera de algo deseado también puede convertirse en algo que produce todo menos alegría, pues saber que por el momento no lo tenemos nos hace sentir inconformes o que nos falta algo, y eso muchas veces sin darnos cuenta comienza a hacernos daño, a veces dejamos de disfrutar lo que tenemos por dedicarnos solo a pensar en lo que queremos, y es que  pasamos tanto tiempo pensando en eso que lo demás algunas veces hasta deja de ser importante.
Hace varios días leí una frase en Facebook que decía: “disfruta lo que tienes, mientras esperas lo que quieres”, eso me hizo pensar que aunque es bueno tener deseos y esperar cosas mejores, también lo es disfrutar de lo presente, y agradecer a Dios por ello.
Puede ser que hoy estas pasando por una necesidad, tal vez lleva poco tiempo o tal vez mucho, según tu perecer, pero si has puesto tu confianza en Dios no hay nada de que preocuparse, no hay por que estar triste, no importa el tiempo, no importa el lugar, la respuesta llegará en el momento perfecto, lo único que tienes que hacer es DISFRUTAR de lo que hoy tienes y ESPERAR lo que sin duda vendrá y Dios te mostrará una vez mas que toda espera tiene su recompensa.

¿Porqué voy a desanimarme?, ¿Por qué voy a estar preocupado?, mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando, ¡Él es mi Dios y mi salvador!

Salmos 42:5