Una de las cosas que la mayoría
de las personas tenemos en común es siempre estar esperando algo, un acontecimiento, una
respuesta, un comienzo o un final, cosas personales, sentimentales, familiares,
profesionales, todos y cada uno de los sueños y metas que queremos ver
realizados pero que aunque deseamos con tantas ganas y entusiasmo, algunas
otras veces son motivos de tristeza y desanimo.
Estar a la espera de algo deseado
también puede convertirse en algo que produce todo menos alegría, pues saber
que por el momento no lo tenemos nos hace sentir inconformes o que nos falta
algo, y eso muchas veces sin darnos cuenta comienza a
hacernos daño, a veces dejamos de disfrutar lo
que tenemos por dedicarnos solo a pensar en lo que queremos, y es que
pasamos tanto tiempo pensando en eso que lo demás algunas veces hasta deja de
ser importante.
Hace varios días leí una frase en Facebook que decía: “disfruta lo
que tienes, mientras esperas lo que quieres”, eso me hizo pensar que aunque es
bueno tener deseos y esperar cosas mejores, también lo es disfrutar de lo presente, y agradecer a Dios por
ello.
Puede ser que hoy estas pasando
por una necesidad, tal vez lleva poco tiempo o tal vez mucho, según tu perecer,
pero si has puesto tu confianza en Dios no hay nada de que preocuparse, no hay
por que estar triste,
no importa el tiempo, no importa el lugar, la respuesta llegará en el momento
perfecto, lo único que tienes que hacer es DISFRUTAR de lo que hoy tienes y ESPERAR lo que
sin duda vendrá y Dios te mostrará una vez mas que toda espera tiene su
recompensa.
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