viernes, 28 de septiembre de 2012

BUSCAS CONSUELO…


Consuelo es una palabra de por sí animosa, interesante. Para unos significa:   alivio,  bálsamo y   aliento; para otros: apoyo, refugio, y  ánimo; y para unos terceros, Consuelo no es más que un nombre de mujer.
Recordemos que cuando éramos infantes en innumerables ocasiones  buscamos  consuelo en lo físico,  sea porque nos empujaron al piso, nos rompimos la cabeza, nos rasmillamos la rodilla, o porque el bravucón del barrio o la escuela nos rompió la nariz.  También recibimos consuelo en la parte moral;   quizá porque  golearon a nuestro equipo favorito; porque reprobamos el año académico,  o porque la chica  de nuestros primeros sueños, nos dijo  : ¡No! .
En toda época el consuelo   ha sido demandado como una piedra preciosa, no se diga en este   siglo vertiginoso, donde  las cifras de estrés, angustia,  enfermedades mentales, y  suicidios se han multiplicado.
Por ello no es nada raro saber de  mucha gente    “importante”,  llena  de fama, popularidad, dinero,   pero angustiada,  buscando consuelo por doquier: en la calle, en las  páginas amarillas, en los placeres del mundo,  los amoríos,  en la promesa de las sectas, los juegos de azar,  los vicios, las adicciones…
Amigo (a)  es posible que en tu afán de encontrar  consuelo, tú también  estés tentado (a)  a pasar por las carpas  de  adivinos,  brujos, gitanas y  charlatanes  de feria;   o quizá   en  el horóscopo, las cartas , el tarot,   y todo    aquello  que te ofrezca   hacerte  florecer en   dinero,   salud, amor y prosperidad.  Pues debes saber que  estás buscando en los sitios incorrectos.      Dios es el único que puede darte de forma perenne y segura el    ánimo, felicidad,     y la vida en abundancia que tanto anhelas. Lee,  analiza, escruta  su Palabra  y  seguro encontrarás respuestas a muchas de tus inquietudes. Para comenzar te comparto las siguientes:
¿Deprimido? :  “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas” (Salmo 147: 3 )
¿Abrumado? :  Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11. 28)
¿Angustiado? :  “No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa”. (Lucas 12:22-23)
¿Desolado?  :  “Mira que te mando que te  esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”  (Josué 1:9)
 ¿Temeroso? : “No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la    diestra de mi justicia.” (Isaías 41: 10).

Estas son unas pocas perlas del gran tesoro donde yo también estoy buscando para mis días de consuelo. Acompáñame a buscar más. Solo necesitas tomar la iniciativa y decidirte a creerle. 

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