Si cada uno de nosotros nos
pusiéramos a recordar todo lo que nuestra vida ha sido desde el día que nacimos
hasta este día, podríamos recodar escenas de todo
tipo, desde aquellas sin Dios en donde nos encontrábamos perdidos y sin
esperanzas, así como escenas de dolor o que hicieron que en
nosotros nacieran raíces de rencor u odio, hasta las escenas más hermosas que recordamos como el
día en que reconocimos a Dios como nuestro Salvador.
Y es que por alguna razón las escenas tristes y de dolor quedan plasmadas en nuestra
mente por mucho tiempo, y en ocasiones esas mismas escenas tratan de evitar que seamos felices en
el presente.
Estoy seguro que todos hemos
pasado por momentos duros en nuestras vida, escenas que no quisiéramos recordar o escenas que hubiésemos querido evitar, pero
que por alguna razón tuvimos que enfrentar y nos causaron un gran pesar.
Pero estos días haciendo una reflexión de mi vida, me venían muchas escenas que he tenido que pasar, desde las más
difíciles o dolorosas, hasta las más hermosas y me daba cuenta la forma como
Dios ha actuado en mi vida y estoy seguro que en la tuya también.
Pensar que yo estaba perdido,
pensar que muchos años de mi vida viví sin sentido, sin un objetivo por el cual hacerlo, vagaba en
este mundo como un muerto en vida, tratando de llenar ese vacío que sentía con
diferentes cosas y ninguna de ellas pudo satisfacer esa necesidad que tenia.
Jamás pensé que mi vida sería
como hoy en día es, de hecho nunca planee nada de lo que ahora estoy viviendo o
de lo que soy participe,
nada estaba en mis planes y eso es lo hermoso de todo esto, nosotros no tenemos
el control sobre lo que está planeado para nosotros, solo podemos ser
participes si tomamos buenas decisiones.
Esa decisión que tome ese Domingo
3 de enero de ese año inolvidable, cambio mi vida, cada paso que daba hacia ese
altar era un paso de absoluta obediencia,
de absoluto rendimiento a Dios, con lagrimas en mis ojos daba cada paso, que
cada vez sea hacia más largo el camino hacia ese lugar, llegar allí, cerrar mi
ojos y comenzar a llorar como un niño, como nunca más llore, como que algo
dentro de mi reconocía en ese momento, que allí mismo mi vida comenzaría a dar
ese giro que yo no tenía planeado, pero que mi Creador si tenía escrito.
Esa escena quedo plasmada en mi
mente para siempre, la recuerdo cada día, recuerdo ese momento y cada vez que
lo hago me emociono en gran manera, porque pensar que no era nadie y ahora soy
hijo de Dios me emociona, pensar que yo no tenía nada planeado y Dios sí, me
hace sentir privilegiado, saber que esa decisión que tome de entregarle mi vida
a Dios fue lo mejor que pude hacer me hace sentir tranquilo de que Dios tomo el control total de mi vida.
Desde ese día las escenas de mi vida comenzaron a cambiar, ahora
si bien es cierto he pasado por cientos de situaciones muy difíciles y de las cuales
de haber opción no hubiera querido pasar, pero sin
embargo cada una de ellas ha sumado a mi vida experiencia y capacidad
para comprender los planes de Dios sobre mi persona, puedo dar testimonio que
en mi mente las escenas que hoy existen ya no son las de
soledad o las de una vida sin
sentido, ahora las escenas que mi mente recuerda son cada una de
esas experiencias lindas de las que Dios me ha permitido ser parte.
Ahora veo a mi alrededor y me doy
cuenta que Dios lo tenía todo escrito, que Dios con sus detalles había
confeccionado el libreto más hermoso y asombroso que jamás por mi mente hubiera
pasado, pero que Él lo tenía listo para llevarlo a cabo.
Estoy seguro que esto no acaba
aquí, estoy seguro que seguiré enfrentando cosas muy difíciles, seré parte de
situaciones dolorosas o que me querrán llevar a dejar de confiar en Dios, sin
embargo solo bastara con hacer un recuerdo de cada escena de mi vida, desde
donde estaba solo y sin vida, hasta el día en que Jesús me abrazo y comenzó a
darle sentido a todo, cada una de esas escenas que Dios ha permitido en mi vida hoy
en día, son la razón más grande por la que no me daré por vencido, por las que
no me rendiré, por las que pase lo que pase seguiré confiando en Él, porque
todo lo que Él ha hecho y que yo no merecía, merece mi mayor esfuerzo y sobre
todo merece toda mi confianza en que Él tiene todo en control.
Querido
amigo o amiga,
quizá hoy te encuentres siendo parte de una de las escenas más duras que te ha tocado vivir,
quizá actualmente la fe se te está acabando, quizá la presión a la que estas
expuesto está terminando de matar lo último que te quedaba de confianza en el
Señor, pero hoy quiero invitarte a que hagas un breve recordatorio de aquellos
momentos en los que también pensaste que no podrías y que Dios utilizo alguno
de sus detalles para poner todo bajo control.
Hoy quiero que traigas a tu mente
aquellas escenas de tu vida en donde te encontraste
sonriendo porque Dios hizo algo que no esperabas, esas escenas en donde a pesar que no estaba en el
libreto que tu habías escrito, Dios había planeado y ajustado para bendecirte y
hacerte sonreír de felicidad y confianza en Él.
Hoy quiero que recuerdes aquellas
veces en las que Dios siempre estuvo a tu lado aun cuando creíste que ya no
podrías, aun cuando creíste que todo estaba acabado, sin embargo Dios te saco
adelante y eso, cada una de esas escenas en las que Dios te ayudo tendrían que
ser suficientes para que sigas creyendo hoy en día en lo que Él puede hacer en
tu vida.
Lo que Dios ha hecho en tu vida
hasta el día de hoy, es maravilloso, aun cuando en este momento puedas estar
pasando una de las crisis más duras en tu vida, aun así, no puedes negar que
Dios ha estado contigo siempre y que hoy no será la excepción.
Hoy quiero invitarte a seguir
creyendo, a no desconfiar de su poder ni del control que Él tiene sobre cada
situación. Pueda que parezca la escena más dura que te ha tocado vivir, pero
sigue confiando porque su libreto es perfecto, porque no hay escena que a Él se
le escape del control que tiene sobre nuestra vida, y eso tendría que ser lo
que de paz a nuestra vida, el hecho de saber que su libreto es perfecto.
¡Dios tiene el control de cada escena de tu vida!
“Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese”.
Filipenses
1:6 (Dios Habla Hoy)
No hay comentarios:
Publicar un comentario