Cuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una
persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho.
Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran
pesca.
Se monta en su bote, comenzó a remar y llegando no muy
lejos de la orilla, allí lanzó el ancla.
Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de
comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a hacer una oración a Dios dando
gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día.
Acto seguido, comenzó a pescar.
Mientras el pescaba, a pocos metros de distancia había
una persona observándolo con mucha atención.
Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez,
lo media y decía: “Este mide 15 centímetros”; lo sacaba y lo colocaba en una
cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando.
Luego saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: “Este mide
16 cm.”; lo echa en la cesta y continua su pesca.
El observador nota que el próximo pez que el pescador
saca era bien grande, más del triple de los que había sacado anteriormente, y
se sorprende cuando le oye decir: “Este mide mucho”, al tiempo que lo devuelve
al agua.
Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo que
llamó la atención de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar
acercándose sútilmente al bote; saludando al pescador le pregunta: -”He visto
que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los
devuelve al agua. Porque siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los
de menor medida?
-El pescador contesto: ” Lo que sucede es que los peces
grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros”.
A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos
preparados para recibir todo lo bueno que Él tiene para nosotros.
Debemos expandir nuestra mente para poder recibir las
cosas grandes que Dios nos tiene preparadas.
¿Cuánto mide tu sartén?
Pide con fe, y espera con la certeza de que Dios te
escucha… y que eres su hijo muy amado. Recuerda que nada es mucho para el que
AMA.
Mateo
25:21 (Reina-Valera 1960)
Y
su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario