Hace unos
días mientras veía una de las transmisiones de los juegos olímpicos de Londres llamó mucho mi atención un
caso muy particular de un joven surcoreano llamado Im Dong Hyun, el es una
persona declarada oficialmente ciego, al momento de narrar un poco de su
historia comentaban que tiene una capacidad visual del 10%
de lo que ve una persona normal, además de mencionar que
en su país le fue negada licencia de conducir y
no puede andar solo porque no ve los letreros de las calles, ni siquiera un
teclado de computadora. Sorprendentemente el en el deporte de tiro con arco tiene un récord olímpico, y cabe mencionar que su país ganó la medalla de oro en gran parte por la capacidad de este
joven, mientras veía su actuación, notaba que sus puntuaciones entre el 1 y 10
eran solamente 9 y 10, y escuchaba decir que en una entrevista al preguntarle
como es que tenia tan buena puntería mencionó “ No puedo ver las marcas, solo
los colores y en eso me concentro”.
¿A donde
quiero llegar con esta historia?, a tomar el gran ejemplo de Im Dong Hyun, el
no puede ver nada mas que el color de donde va dirigida su flecha, es
decir su vista no esta dirigida hacia ningún lado mas que al color del
objetivo, y sus tiros son tan certeros como ningún otro, el solo se concentra
en el punto que desea alcanzar viendo solamente el color, que para el es lo mas
importante y se olvida de lo demás porque simplemente no lo ve, para el no
existe mas que el sitio donde sabe que está el objetivo.
Este
caso, además de hablar de el deseo de sobresalir del chico, es un gran ejemplo
demotivación, ¿cuantas veces estamos deseosos de
alcanzar un objetivo y nos termina distrayendo todo lo que esta alrededor?, que
si lo que dice la gente, que si la distancia o dificultad que enfrentamos, y
tantas cosas que nos influyen y desvían de nuestro objetivo principal que es
dar en el centro de nuestra meta.
Tal vez
tengas un sueño por alcanzar o estas a la espera de cumplir un gran anhelo de
tu corazón y ya lo has puesto en manos de Dios, pero aunque eso te da la
seguridad de que lo puedes lograr te ha faltado cumplir con algo muy
importante: NO PERDER
DE VISTA EL OBJETIVO, pese a lo que hay alrededor, a las
dificultades, a las limitantes, o a lo que digan y opinen los demás.
A pesar
de como pinte el panorama, cuantas dudas puedan surgir o lo mucho que crees que
este tardando la respuesta, no debes dudar, no puedes perder de vista el
objetivo, el centro de ese gran sueño, la dirección hacia donde la flecha de tu esfuerzo va dirigida.
Puede que
sientas que has perdido el rumbo, el destino o el sentido en el que iba
dirigida tu mirada, pero nunca es tarde para retomarlo, Dios esta a tu
lado para darte la visión que por momentos te hace falta, no es necesario que
comprendas con exactitud cada cosa que sucede, porque basta con
ver lo que realmente importa para llegar a la dirección correcta, al destino
que Dios tiene preparado para ti, mas allá de lo que pudiste imaginar.
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