miércoles, 29 de agosto de 2012

VALORA LOS ERRORES EN TU VIDA…


Supongamos que a lo largo de nuestra vida tenemos un número limitado de errores que vamos a cometer, algo así como un “stock” de errores hasta que lleguemos a la meta que esperamos. Por ejemplo, cuatro empleos hasta que lleguemos al perfecto para nosotros, tres casas hasta que encontramos el hogar de los sueños, o cinco amigas hasta que encontramos a la que nos acompañará toda la vida, supongamos que fuese así; en el caso de la amiga, si conocemos a la cuarta y nos traiciona, estamos a una amiga menos de encontrar  a la verdadera, ¿me sigues con la idea? Si es así, comprenderán que mi visión de los errores o las decisiones poco acertadas es bastante (por no decir patológicamente) optimista.

Siempre que escribo de las equivocaciones o decisiones poco acertadas siento que escribo sobre algo que todos tenemos en común, en más de alguna oportunidad hemos decidido algo que ha complicado nuestras vidas o bien, que ha traído consecuencias que hubiésemos querido evitar; sin embargo, esas situaciones son las que nos motivan a desear buscar con mayor intensidad otras experiencias que nos acerquen a lo que soñamos o esperamos. En general, lo bueno de los errores cometidos es que si los asumimos bien y usamos a nuestro favor, nos pueden llevar hacia aquello que queremos lograr.

Lo importante aquí es el aprendizaje, la vivencia que te deja esta situación poco deseable o favorable; si tú logras interpretarla como un trampolín que en vez de dejarte tumbado en el suelo te proyecta para que tomes fuerza, vigor y te lances en búsqueda de tu sueño es extraordinario el poder que puede tener ese error. Si lees la biografía de personajes históricos que fueron capaces de cambiar la historia, en algún momento de sus vidas se vieron enfrentados a una decisión poco acertada, tanto de ellos mismos como de otras personas que repercutieron en ellos- y es a partir de este hecho que proyectaron su vida y fortalecieron su carácter, entendiendo que estaban cada vez más cerca de lograr sus propósitos.

Si hoy estás viviendo las consecuencias de una decisión que tal vez no fue la acertada, velo así, tienes un error menos en tu stock para acercarte a la meta y eso es fantástico, quiere decir que estás un paso más cerca. Cuando pienso en esto, pienso también en Judas, el que traicionó a Jesús. Coincidirás conmigo en que él tomó una decisión MUY poco acertada, fue un error aceptar el trato que le propusieron y eso tuvo consecuencias iguales para él y para Jesús: la muerte. Pese a ello, para Jesús significó estar a un error menos de distancia de cumplir su propósito: redimir al mundo ¿Quién mejor que Jesús practicó esto? Nadie, sólo Él a través de su ejemplo,  ha podido transmitir que a partir de errores históricos, se puede proyectar el mayor y más grande de los milagros.

Dale gracias a Dios, tú y yo nos encontramos a un error menos de distancia cada vez que no acertamos al blanco.  ¡Ajusta tu puntería, estás cada vez más cerca!

 

 


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